martes, 5 de julio de 2011

Atanagrum, la Numancia ilergete

El año 218 a.C. fue crucial para Cataluña y el resto de la Península Ibérica al desembarcar en Ampurias el ejército romano dirigido por Gneo Publio Escipión. Los romanos, después de dominar pacificamente los pueblos dóciles del litoral catalán, tuvieron que enfrentarse al pueblo ilergete, partidario de los cartagineses. Según el historiador romano Tito Livio, los ilergetes eran el pueblo más importante de la península y sus caudillos eran muy emblemáticos.
Pero los hechos bélicos no se centraron en Iltirta (actual Lleida) sino en la ciudad ilergete llamada Athanagia (Atanagrum en versión latina). Los alrededores de la ciudad se conviertieron en campos de batalla entre los romanos y los cartagineses con Aníbal al mando. Atanagrum, donde se encontraban los principales caudillos ilergetes fue asediada y en la misma plaza murió el caudillo de la ciudad. Escipión acababa de conquistar Catalunya pero al cabo de poco tiempo la rebelde Athagania se alzaba de nuevo contra Roma degollando a la guarnición romana que vigiliba la ciudad. Este fue un acto de imprudencia bestial y Escipión les castigó duramente por su enorme osadía. Athagania se convirtió en un montón de ruinas humeantes y entraba en la leyenda como la ciudad heroe que plantó cara a las fuerte legiones romanas por salvar la independencia de Cataluña hasta el punto de dar la sangre y desaparecer en la nada, tal y como lo hizo Numancia en la Celtiberia unos cuarenta años más tarde.
Se cree que Athagania había sido una ciudad próspera y culta de posible origen griego (Athana era el nombre de la diosa Atena) en el centro de Cataluña. Aunque hay multitud de especulaciones, parece ser que la Numancia catalana, borrada por los romanos, se encontraba en el actual pueblo de Sanaüja, en la província de Lleida, donde todavía se puede encontrar una fuerte muralla. Confiamos en que las futuras excavaciones nos desvelen pronto el secreto.